El agua en sus diferentes estados es un motivo siempre atractivo de fotografiar, es la reina del paisaje. En este caso me gustaba el contraste con las hojas y los colores dorados de las rocas. Una velocidad lenta nos permitirá resaltar la sensación de movimiento y conferirle una textura sedosa. Lo más difícil es controlar las zonas que reciben más luz y que pueden salir quemadas. El bracketing de la cámara (realizar exposiciones con diferentes combinaciones de velocidad y diafragma, sobreexponiendo y subexponiendo respecto a la toma inicial) nos asegurará una buena imagen.
Este blog es una pequeña ventana a paisajes, tal vez soñados, que nos invitan a iniciar o reemprender de nuevo un viaje a la naturaleza primigenia.
"El manto de la reina"
El agua en sus diferentes estados es un motivo siempre atractivo de fotografiar, es la reina del paisaje. En este caso me gustaba el contraste con las hojas y los colores dorados de las rocas. Una velocidad lenta nos permitirá resaltar la sensación de movimiento y conferirle una textura sedosa. Lo más difícil es controlar las zonas que reciben más luz y que pueden salir quemadas. El bracketing de la cámara (realizar exposiciones con diferentes combinaciones de velocidad y diafragma, sobreexponiendo y subexponiendo respecto a la toma inicial) nos asegurará una buena imagen.
Publicado por
Luis M. Mencía
Etiquetas:
agua,
cañón de Añisclo
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