Este blog es una pequeña ventana a paisajes, tal vez soñados, que nos invitan a iniciar o reemprender de nuevo un viaje a la naturaleza primigenia.

"Tiralineas en el Moncayo"

En un ascenso al siempre sorprendente Moncayo me encontré con este curioso mar de nubes atravesado por un estilete de cielo azul que me llamó la atención. Aunque la imagen es atractiva en el formato universal de 24x36 mm he decidido reencuadrarla para situar la prolongación del vértice azul en un punto fuerte y construir un triángulo opuesto al anterior en la base de la fotografía. El techo nuboso da profundidad a la toma y compensa su excesiva simplicidad. Desplacé el regulador de los negros en niveles para conseguir el negro profundo de la montaña y de paso ganar saturación en el cielo. Es curioso pero la disposición de los elementos y la situación poco habitual de las nubes superiores la convierten en una abstracción del paisaje, o así me lo parece a mí.

"Puerta al mundo de piedra"

Para los amantes de la naturaleza observar una fotografía de paisaje casi siempre provoca el deseo de estar allí. No es necesario que sean lugares idílicos, bastará simplemente con que despierten nuestra sed de aventura o el reflejo primitivo de la exploración. El pico que forma la base del primer horizonte de piedra y la diagonal del segundo en su lectura de izquierda a derecha nos invitan a pasar la barrera rocosa por la hendidura en la que se adivina un viaje sin fin hacia lo desconocido.

"Diagonal"

Esta fotografía me gusta sobre todo por la profundidad del primer término respecto al fondo de las nubes. La luz distribuida de forma irregular en la montaña contribuye a la sensación de volúmen, acentuada además por el blanco y negro. Como en muchas ocasiones, menos es más, y la escasez de elementos fija nuestra atención en la luz, siempre la luz.