El otoño pasado me desplacé a los bosques de Irati con la intención de fotografiar el hayedo incendiado de amarillos y ocres. Al finalizar la mañana, después de recorrer los alrededores del embalse de Irabia, tomé una senda que remonta el río Urtxuria buscando algún paraje en el que el agua y los árboles me regalasen una buena imagen. En un lugar que me pareció interesante, descendí la ladera hasta la orilla del río, y mientras contemplaba el remanso que formaba, la fortuna quiso que mis botas resbalaran en la piedra sobre la que me apoyaba, cayendo de espaldas sobre la mochila, los dos pies en el aire y la mano sujetando trípode y cámara. Sentado todavía sobre el terreno, con la vista elevada debido a mi posición tras el resbalón, observé en la parte superior de la ladera, muy por encima de la orilla opuesta, la puerta oculta de Alicia, el acceso al país de las maravillas, una imagen sugerente y misteriosa que naturalmente no conseguí plasmar en mis fotografías tal como la contemplé en aquel momento, pero que me permite al observarla que mi memoria sea de nuevo paisaje.
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Bendito resbalón. No sé si conseguiste plasmar o no lo que contemplaste lo que sí sé es que te trajiste una imagen muy evocadora. Enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar el blog y por tu comentario Enrique, la verdad es que la imagen me gusta mucho, pero la sensación que tuve al contemplar la puerta misteriosa que formaba esa parte del bosque es imposible de transmitir con una fotografía, sobre todo al pensar que si no llego a resbalarme, casi seguro que no la hubiese tomado porque se encontraba en la parte superior del talud y mi atención se focalizaba principalmente en el río. Seguro que estuve algunos segundos con la boca abierta y creo recordar que me reía solo mientras mi mujer desde la senda se preguntaba si el costalazo me había afectado las neuronas.
ResponderEliminarRecibe un cordial saludo.
¿Qué clase de gente vive por aquí?
ResponderEliminar-En esta dirección -dijo el Gato, haciendo un gesto con la pata derecha- vive un Sombrerero. Y en esta dirección -e hizo un gesto con la otra pata- vive una Liebre de Marzo. Visita al que quieras: los dos están locos.
Pero yo no quiero andar entre locos -comentó Alicia. ¡Ah, eso es algo que no puedes evitar! -dijo el gato-; aquí estamos todos locos. Yo estoy loco. Y tú estás loca.
ResponderEliminar¿Cómo sabes que estoy loca? -dijo Alicia.
Tienes que estarlo -dijo el gato-; de lo contrario no habrías venido aquí.
Muy bonita la puerte oculta de Alicia. Yo fotografié el camino que siguió hasta que llegó a esa puerta. Te dejo el enlace para que lo veas:
ResponderEliminarhttp://arsnatura.blogspot.com/2009/12/caminando-por-la-vida.html
Un saludo y encantado de pasear por tus imagenes.
Muchas gracias por tu comentario Goyo, un placer visitar tu blog.
ResponderEliminarSaludos.
Buena fotografía, buen uso del color y de las texturas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Fox, un saludo.
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