
Las frías mañanas del invierno son muy propicias para dar una vuelta por el campo a la caza de imágenes atractivas. Aproveché la presencia de la niebla para incluir el sol en el encuadre; a pesar de ello no hay píxeles quemados en el histograma. El primer término del campo carecía de interés y por ello he decidido suprimirlo y reencuadrar la toma al formato panorámico. El punto fuerte donde se dirige la mirada desde las esquinas, siguiendo las lindes del campo labrado, son los árboles más oscuros situados en el vértice superior del triángulo que forman las lineas convergentes. La posición de éstos hacia el lado derecho se ve compensada por la presencia del sol en la parte superior izquierda.
Muy buena Luis
ResponderEliminarMuchas gracias. Tomo nota de tu blog y lo añado a favoritos.
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